En la era del marketing y la publicidad, donde la imagen lo es todo, es fácil caer en la tentación de comprar un producto simplemente por su atractivo empaque o por las promesas que hace. Sin embargo, detrás de esa fachada puede esconderse una realidad muy distinta, y es aquí donde entra en juego la importancia de leer las etiquetas de los productos que consumimos o usamos.