Dormir bien no es un lujo, es una necesidad del ser humano, que permite no solo descansar, sino recuperar energías y tener una excelente salud física y mental.
No dormir lo adecuado repercute en afectaciones a nuestra salud que impide tener calidad de vida.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la calidad de tu sueño se ve reflejada en tu salud física. No dormir bien puede contribuir a padecer enfermedades crónicas como obesidad, diabetes y algunas enfermedades del corazón.
• Cuando duermes, se liberan hormonas que controlan tu crecimiento (sobre todo en el caso de los niños y adolescentes), controla el apetito, tu estado de ánimo y fortalece el sistema inmunológico.
• El sueño de calidad te permitirá fortalecer tu memoria a corto y largo plazo. ¿No te ha pasado que cuando no duermes bien, se te olvidan muchas cosas?
• Cuando tu cuerpo recupera energía a través del sueño, no experimentarás estados como irritabilidad, ansiedad y depresión.
• Y aunque no lo creas, dormir bien te ayuda a reducir el riesgo de enfermedades, pues el sueño fortalece el sistema inmunológico.
• Dormir adecuadamente te ayudará a mejorar tu rendimiento físico y coordinación.
Es un conjunto de hábitos, ritos o prácticas que nos ayuda a prepararnos para nuestro descanso. Tener una higiene del sueño permitirá que descanses de una manera más placentera.
Ten en cuenta que dentro de la higiene del sueño se establece un horario regular para dormir y despertarse, incluso los fines de semana. Tu habitación debe estar fresca, oscura y silenciosa, sin ruidos ni luces externas que te impiden conciliar tu sueño.
Evita la cafeína, el alcohol y el tabaco, sobre todo horas previas a dormir, pues sus componentes te podrán provocar insomnio. Ejercitar tu cuerpo también te ayudará a tener un sueño de calidad. Sin embargo, procura hacerlo antes de dormir.
Cuando vayas a acostarte, procura tomar una ducha caliente, estar cómodo en tu cama, leer un libro. Evita el uso de pantallas, estas podrán generar agotamiento visual que te impedirá conciliar el sueño.
No conciliar el sueño durante la noche, o despertarse muchas veces es un signo claro de que estás teniendo problemas de sueño. Sentirte cansado todo el día, incluso cuando recién acabas de despertarte, es un claro signo que tu cuerpo no descansa lo necesario para recuperar energías.
Si tienes problemas de memoria o estás de mal humor, es otra clara señal que no estás teniendo un sueño de calidad.
Recuerda que no hay mejor inversión que la que hagas a tu cuerpo y cuando hablamos de inversión no siempre nos referimos a lo económico. Invierte tiempo en ti, en tu descanso, en ejercitarte, en dormir bien. Aprende a disfrutar de los beneficios de un sueño reparador.